martes, 30 de septiembre de 2014

Volando y viviendo.

Elegiremos volar. No echaremos raíces en el suelo. Porque si echo raíz muero y yo quiero ser eterno. Eterno y no astronauta.

Llámenme. Háganme inmortal. Manténganme en sus mentes, en sus lágrimas, y sobretodo, en sus sonrisas.

Inocencia. Niñez. Ilusión. Seremos niños detrás de las barbas. Las barbas como madurez mental. Niños como ilusión e inocencia. Adultos como crudeza.

Y nos abstraemos. Al pensamiento. Y él nos permite volar otra vez.

Volar como volamos del nido. Creamos nidos y desarrollamos pensamiento basándonos en esos nidos.

Y ni dos, ni tres. Serán muchos los que se posen en tu nido. Muchos pasarán. Otros se alejarán. Los adecuados quedarán.

¿Y qué darán? Todo lo necesario, todo lo que quieran. Lo que quieran... y lo que te quieran.