Estaba dentro. Muy dentro. Salía una vez al día en forma de letras.
Cuánto le gustaba el cielo al niño.
Estaba dentro. Muy dentro. Salía una vez al día en forma de letras.
Cuánto le gustaba el cielo al niño.
Poeta acobardado, aplastado, por el precio del halago, propio o expropiado.
Idos, dijo al llegar, vuestros piropos no necesito, no soy un mito, ¿Me explico?
Y se explicó, se marchó y creó.
Pero quedó solo, mintiendo en su mente al menester de sus ideas, dignas de un demente. Para siempre.
O no siempre. Porque llegó la muerte. Y le preguntó - ¿Qué has hecho en vida?
- ¡Vivir! - Respondió
- Vivir rodeado de papeles, muchos y crueles, rozando el delirio, ni calor ni frío. ¿Qué sentiste, entonces, viviendo solo en un sin vivir?
- Sentí mi ser, escrito y descrito, maldito... No conozco placer más sencillo, que el de escribir sin ver a nadie más que a ti mismo.
- ¿Ese es el mayor placer conocido por alguien tan culto y admirado como usted?
- Sí
- Ahora le toca morir. ¿Algo qué decir?
- Enseñeme a vivir, sin dejar de escribir...
"El planeta siguiente estaba habitado por un bebedor. Fue una visita muy corta, pues hundió al principito en una gran melancolía.Escapar de la realidad es una actividad que necesitamos. Evadirnos es una necesidad frente a la rutina. La pregunta que deberíamos hacernos es el cómo.
-¿Qué haces ahí? -preguntó al bebedor que estaba sentado en silencio ante un sinnúmero de botellas vacías y otras tantas botellas llenas.
-¡Bebo! -respondió el bebedor con tono lúgubre.
-¿Por qué bebes? -volvió a preguntar el principito.
-Para olvidar.
-¿Para olvidar qué? -inquirió el principito ya compadecido.
-Para olvidar que siento vergüenza -confesó el bebedor bajando la cabeza.
-¿Vergüenza de qué? -se informó el principito deseoso de ayudarle.
-¡Vergüenza de beber! -concluyó el bebedor, que se encerró nueva y definitivamente en el silencio.
Y el principito, perplejo, se marchó."
"No ahogo penas en alcohol, porque este me mataría a mí, y no a ellas" RasstarAquí os dejo un vídeo, que transmite a su manera, lo que quiero decir aquí:
"Yo escribo para soportar el día a día" Toni MejíasEscribir, como forma de evasión, como vía de escape para tus pensamientos, para tus ideas, para tus penas, para tus enfados, etc. Eligiendo si en privado o en público, para ti, para el resto, o, para alguien. Quemando lo escrito para que desaparezca o colgándolo en la pared de nuestro cuarto para no olvidarlo jamás. O simplemente dejarlo en el interior de unas páginas cubiertas por tapas blandas o duras, dejarlo allí, vivo pero oculto.
¿Que prefieres que tu vida se guíe por tu parte racional que no hace algo porque no debe o la parte visceral que lo hace porque le gusta o le apetece?