sábado, 22 de noviembre de 2014

Carta a un acampado

Hoy, a raíz de un Tuit (Twitter siempre inspirándome), he releído "Así es y así fue".

Así he decidido compartir el texto que yo para esa ocasión escribí como despedida. Se titula "Carta a un acampado". Y sí, voy a copiar el formato. ¿Qué pasa?



Juegos florales, último día como acampado, último texto. Esta vez de verdad.

Estimado acampado:

Supongo que ya habrás experimentado la magia del lugar, o mejor dicho, hogar.

Asumo que habrás apreciado tu propia metamorfosis campamental. Es algo que a muchos nos pasa. Un punto de giro en la película de nuestras vidas.

Como tú ya sabes, este ya es mi último año como acampado. No podremos coincidir otra vezs como compañeros de tienda, de país o de taller. Pero te pido que no te entristezca. La vida son etapas que se suceden una tras otra, sin parar. Si tratas de pararte en una etapa sin ser tu momento puedes llegar a quedarte en las arenas de la inseguridad y la desorientación.

Está claro que mi etapa ha terminado, que debo pasar a la siguiente y no demorarme más. Igual que no se debe crecer más rápido de lo debido como hizo la hoja de palmera, tampoco se puede hacer más lento.

Acampado idente, futuro compañero en la próxima etapa campamental, recuerda asumir los cambios con valor, con capacidad de autosuperación y ten la fuerza de voluntad para hacerlo con cordura y sabiduría.

Disfruta de la etapa que vives y recuerda las anteriores con cariño. No seas nostálgico de tu futuro y piensa siempre en el presente.

Es ahora porque aquí
no existe un luego
porque aquí
no existe un luego.

martes, 18 de noviembre de 2014

Antimusa

"Nadie que escriba algo que merezca la pena puede escribir en paz" R. Lechowski

Wikipedia: "En la mitología griega las musas (en griego antiguo μοῦσαι mousai) eran, según los escritores más antiguos, las diosas inspiradoras de la música y, según las nociones posteriores, divinidades que presidían los diferentes tipos de poesía, así como las artes y las ciencias."

Usamos en síntesis a las musas como excusa para escribir, para crear, para expresar. Decimos que nos inspiran, que sin ellas no hay creación artística.

El mismo Kase O las usa en múltiples canciones como recurso para justificar y engrandecer su creación. En "Trae ese ron" dice "no es excusa pero esto está escrito sin musa". En "Mierda" nombra a una de las musas "Calíope" al principio del tema, para que "Haga florecer el jardín". En "Ke no hay alcohol" también recurre a las musas: "sabes que si este encuentra tu musa la va a besar". Y así muchos ejemplos.

Puede que alguna avispada persona sepa por dónde va la cosa con el título, la cita del inicio y la información dada o que ya tuviera sobre ellas.

Efectivamente, vengo de hablar del miedo del poeta, de la pesadilla del novelista, del temor del dramaturgo. Quedarse sin musa.

Pero si nadie que escriba algo que merezca la pena puede escribir en paz, el hecho de tener una musa no permite estar en paz. Entonces, las musas solo vienen cuando nos encontramos intranquilos, meditabundos, agitados, pensativos.

¿Y si yo les dijera que existe la figura de la antimusa, qué pensaríais?

Existe, señoras y señores, existe la antimusa.

Esa figura, esa persona, que te transmite paz, te teletransporta a un estado de armonía y te deja en un absoluto estado de conciliación con tu alma sin la necesidad de ese trío perfecto que formamos el escritor, el bolígrafo y el papel.

Disculpadme si me seduce ese estado de calma, si me atrae más que la escritura compulsiva de textos de pensamientos difusos, si me cautiva esa burbuja de tranquilidad en la que nada me afecta y todo es idílico. Pues el tormento está presente siempre, y jamás renegaré de él y de lo que permite sentir y escribir, pero el reposo es también necesario en el ser humano. Necesitamos de haber sentido paz para sentir realmente el agobio, necesitamos haber sentido el amor para poder sentir el odio, nos necesitamos a cada uno de nosotros en las buenas y en las malas, porque sin el negro no hay blanco. Necesitamos de haber vivido para escribir.

Dejadme entonces disfrutar de la antimusa el tiempo que sea necesario, para así poder, en el futuro, volver con las musas renovadas. Porque se me ha caído la inspiración, como las hojas a ese roble. No soy un escritor perenne, soy un escritor de palabra caduca.

Uno de tantos.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Mente humana, te admiro

Acabo de terminar por primera vez "El Club de la lucha".

Mi primer pensamiento ha sido: ¿Qué clase de mente enferma y genial ha podido idear eso?

El siguiente párrafo puede contener SPOILER sobre la película:

Enferma por la capacidad de plantear unos transtornos de la personalidad que implican una doble personalidad combinada con el insomnio, esos extraños métodos de liberación del estrés. Simplemente, enfermamente genial.

Luego me he preguntado por qué cierta persona que conozco no se dedica a escribir novelas, probablemente sea porque no quiere dar pie a difundir sus pensamientos macabros más allá de reuniones de amigos.

Simplemente, esto me ha llevado a pensar en qué motiva a los autores en todos los escritores que escriben cosas como esta, en qué pensaba el que escribió el guión de "Las posibles vidas de Mr. Nobody" o de "Dexter".

Diría que es o un loco capaz de plasmar sus pretensiones o sus anhelos en un escrito o una persona con una inventiva de una magnitud inmensa y con una capacidad de meterse en mentes ajenas increíble.

En cualquier caso, es una maravilla humana: El poder proyectar pensamientos de un psicópata, o incluso de varios, siéndolo o sin serlo, como se hace en Dexter. El poder proyectar las múltiples posibilidades de la vida de la forma en que se hace en "Las posibles vidas de Mr. Nobody", el paso del tiempo, la determinación de nuestras decisiones, la imposibilidad de no decidir.

Me hace ver que las posibilidades de representación de las grandes dudas y los grandes temas del ser humano a lo largo de la historia como el "tempus fugit", el sexo, la naturaleza, la determinación o no de nuestras acciones, etc. Ojalá yo pudiera de esa forma, de esta forma que veis a la derecha. De esa forma que os he descrito. Expresar los temas en su más honda expresión.


Esto solo trata de ser una pequeña reflexión sobre las maravillas de la mente humana, que día a día, me sigue fascinando, tanto en la literatura, como en la pintura, la escultura o en el cine, incluso, como en la propia vida.

¡Qué grande es la mente humana!