Después de tiempo despertando al otro por la mañana por no saber a qué hora se despertaba la otra persona decidimos usar un "código":
Como yo me despertaba antes que él casi siempre pactamos que yo sería receptor de la señal y el haría tal señal. Esa señal consistía en algo tan simple como levantar la persiana de su habitación que se ve desde mi casa y así yo podía llamarle.
Por eso, yo siempre miraba por la ventana para ver si estaba despierto. Cuando me levantaba, cuando estaba con el perro en la calle, cuando pasaba simplemente por la plaza...
Ahora, al mirar la ventana recuerdo que se ha ido once meses al país nipón, y que ahora no está. Ese reflejo involuntario ahora me hace ponerme melancólico, pero por otra parte me alegro porque él está haciendo un viaje que le ayudará en su vida.
Maldito y bendito reflejo involuntario...
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