sábado, 22 de noviembre de 2014

Carta a un acampado

Hoy, a raíz de un Tuit (Twitter siempre inspirándome), he releído "Así es y así fue".

Así he decidido compartir el texto que yo para esa ocasión escribí como despedida. Se titula "Carta a un acampado". Y sí, voy a copiar el formato. ¿Qué pasa?



Juegos florales, último día como acampado, último texto. Esta vez de verdad.

Estimado acampado:

Supongo que ya habrás experimentado la magia del lugar, o mejor dicho, hogar.

Asumo que habrás apreciado tu propia metamorfosis campamental. Es algo que a muchos nos pasa. Un punto de giro en la película de nuestras vidas.

Como tú ya sabes, este ya es mi último año como acampado. No podremos coincidir otra vezs como compañeros de tienda, de país o de taller. Pero te pido que no te entristezca. La vida son etapas que se suceden una tras otra, sin parar. Si tratas de pararte en una etapa sin ser tu momento puedes llegar a quedarte en las arenas de la inseguridad y la desorientación.

Está claro que mi etapa ha terminado, que debo pasar a la siguiente y no demorarme más. Igual que no se debe crecer más rápido de lo debido como hizo la hoja de palmera, tampoco se puede hacer más lento.

Acampado idente, futuro compañero en la próxima etapa campamental, recuerda asumir los cambios con valor, con capacidad de autosuperación y ten la fuerza de voluntad para hacerlo con cordura y sabiduría.

Disfruta de la etapa que vives y recuerda las anteriores con cariño. No seas nostálgico de tu futuro y piensa siempre en el presente.

Es ahora porque aquí
no existe un luego
porque aquí
no existe un luego.

No hay comentarios:

Publicar un comentario